Para el hombre heredero de una cultura racionalista no hay lugar en su mente para todo lo que no puede ver ni tocar y por eso el milagro no existe.
Este ser humano incredulo, sin embargo, reta a dios constantemente con la esperanza de que El no atienda a su desafio.
Los Milagros eucaristicos que veras en este documental filmado en rincones desconocidos para el turista son la respuesta de Dios a ese reto, para asombro y maravilla del creyente y confusion del incredulo.